La lectura queer nos plantea estrategias de resistencia y resignificación como personas queer, que nos permiten encontrar un sentido sobre nuestras identidades y subjetividades. “Si la identificación implica internalización, es probable que la internalización repetitiva de imágenes poderosas y seductoras y de las identidades alternativas de personajes mediáticos pueda tener algunos efectos a largo plazo”, (Petit, 2021, p. 249). Leer es un acto que tiene el potencial de transformar la experiencia vital y los procesos de subjetivación de las personas.
El queering resignifica la orientación de la representación. Para unx lector queer, transforma su punto de identificación, ofrece placer, transgrede formas opresivas y concibe nuevos lenguajes y expresiones. Es una lectura liberadora que proviene del goce y la transgresión. Los estudios queer recuperan el rol activo de lxs lectores como procesos de negociación e intercambio. Puede ocurrir con imágenes positivas o negativas, lo importante es el proceso de negociación y resignificación.
La mediación de lectura queer enfatiza en la liberación de la expresión personal y la afectividad. La comprensión de las dimensiones afectivas de la lectura permite establecer un enlace entre el leer y los procesos de subjetivación de las identidades no heteronormadas. Es una articulación entre lo material y lo simbólico de nuestras experiencias con el contexto que habitamos y las relaciones que establecemos (Ahmed, 2019).
Cohen (2001) define a la identificación como una experiencia, “como un estado en que uno adopta los objetivos y la identidad del personaje” (p.250). La identificación ha sido estudiada como un efecto de la exposición a los medios o una motivación para incentivar la lectura y el consumo cultural. Este proceso mental estimula una ampliación de nuestras experiencias vitales en las que vertimos nuestras conciencia, ampliamos nuestros horizontes emocionales y nuestras perspectivas. Cohen la comprende como una forma de imitación y proyección empática. El interés sobre la identificación es que al estimular la empatía, amplía la interiorización de referentes representativos.
La identificación se experimenta como una suspensión momentánea de la conciencia como miembro de una audiencia [o lector] para adoptar el rol y la perspectiva de un personaje (Schaeffer, 2002). Adoptamos sus objetivos, comprendemos la trama en función de dichos objetivos y experimentamos sensaciones como resultado de esa interacción. Los sentimientos de alegría, risa, temor o ansiedad cuando vemos un filme o leemos un libro se explican por este mecanismo.
La identificación puede o no derivar en conductas de imitación, podemos identificarnos incluso con personajes que rechazamos conscientemente. Porque esta nos lleva a ampliar temporalmente las conexiones emocionales y cognitivas propias (Schaeffer, 2002). Cuando leemos y experimentamos alegría o temor, son emociones que compartimos con los personajes en un sentido muy literal, no es lógico, sino el resultado de que los textos presentan puntos de vista diferentes al nuestro que nos invitan a compartirlos y estimulan nuestras capacidades empáticas. Así pues, es una respuesta comunicativa hacia lxs otrxs (proyectadxs en el texto), marcada por la internalización y la proyección de un punto de vista ajeno.
Identificación y empatía suponen la formación de un vínculo emocional con el texto que conduce a que lxs lectores participen activamente en las historias. Este vínculo no es una mera interpretación de contenidos textuales, sino que se integra a las personas desde sus experienciasy producen nuevas formas de interpretación mediante la comunicación (Nivón, 2015). Es un nexo afectivo-sensitivo entre quien lee y lo leído (Polo-Rojas, 2018).
Si bien no toda lectura llega a esta instancia, aquellas que lo hacen tienen el potencial de generar procesos de significación, representación y creatividad. La importancia de la identificación en la mediación con lectores queer es que la identidad está relacionada con nuestra percepción de lxs otrxs y los referentes representativos que encontramos en nuestro entorno. Para muchas personas, ese primer encuentro con un personaje o historia queer supone hito en su vida porque es un primer cuento con modelos y otras formas de ser (Linné, 2005).
Eso sí, solo hay una corelación entre los textos y la formación de subjetividades queer. No nos volvemos homosexuales o heterosexuales porque lo leímos en un libro. Las inquietudes provienen de la persona, pero los libros pueden ser una ventana en la cual vernos reflejadxs y comenzar a construir sanamente nuestras identidades.
- Berardi, F. (2007). Generación post-alfa: patologías e imaginarios en el semiocapitalismo. Tinta Limón.
- Cohen, J. (2001). Defining identification: a theoretical look at the identification of audiences with media characters. Mass Communication & Society, 4(3), 245-264. doi:10.1207/S15327825MCS0403_01
- Linné, R. (2005). Alternativas a El pozo de la soledad. En S. S. Talburt, Pensando queer: sexualidad, cultura y educación. (pp. 205-214). Editorial Graó.
- Petit, M. (2021). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de Cultura Económica.
- Polo Rojas, N. (2018). Best-sellers de la lectura juvenil: prácticas de lectoescritura y apropiación cultural. Educación y Ciudad(35), 25-40.
- Schaeffer, J. (2002). ¿Por qué la ficción?. Lengua de Trapo.
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