Es un concepto que abarca diversos enfoques y estrategias orientados a promover el hábito y competencias lectoescriturales. Aunque las tácticas que se pueden implementar para estos propósitos pueden ser variadas, todas comprenden un proceso dinámico y colaborativo donde los mediadores desempeñan el rol de orientadores sobre el acceso a los textos y el ejercicio de lectura.
La mediación busca establecer una relación positiva respecto a la lectura, para lo cual es preciso considerar sus aspectos cognitivos y emocionales, sus características socioculturales y su contexto. Pensemos en un lector prototipo: su nivel educativo, su familia, su origen socioeconómico, étnico y de género inciden en la manera en que accede (o no) a la lectura y la interioriza como hábito, pero también intervienen sus experiencias pasadas y las relaciones emocionales que ha establecido con los textos a lo largo del tiempo.
La mediación busca no sólo acercar a las personas a la lectura y mejorar sus habilidades, también promueve el disfrute y la reflexión respecto a los textos. La mediación recurre a múltiples técnicas de enseñanza y juego para crear entornos que promuevan este ejercicio y el intercambio de ideas. Daniel Cassany (2006) explica que mediar una lectura implica un aprendizaje activo, donde lxs mediadores guían y acompañan, pero también invitan a la comprensión crítica y la participación en la interpretación y disfrute. En esa medida, conlleva:
- Acompañamiento: Lxs mediadores deben apoyar a lxs lectores, orientándolos a superar dificultades, miedos y profundizar en su comprensión.
- Estrategias: Didácticas variadas que estimulan la interacción efectiva de lxs lectores con los textos.
- Contexto: Los textos no viajan con sus contextos y, por eso, los mediadores deben orientar al tiempo en que se escribieron los textos y sus intenciones, al tiempo que deben estar atentxs a las condiciones de los lectores para que el ejercicio sea efectivo.
Michèle Petit (2021) afirma que la lectura funciona como un espacio de refugio, encuentro, escape. Así, todo ejercicio de mediación implica un intercambio interpersonal que crea vínculos afectivos, ofrece nuevas perspectivas sobre la realidad y propicia la creación de espacios seguros que motiven a lxs lectores a interpretar y socializar.
Pensemos de nuevo en ese lector prototipo, quien además es queer. Desde que se unió a un club de lectura con una temática sobre la diversidad ha formado relaciones de amistad con otrxs miembrxs, basadas en su afinidad por los libros y las conversaciones sobre los textos y, luego, afianzadas por los vínculos a partir de reconocer rasgos, experiencias y opiniones comunes. Estas relaciones sociales trascienden los textos y contribuyen a que este lector se sitúe a sí mismx respecto al grupo, a su identidad de género, su cultura y su forma de habitar el mundo. Mediaciones como la de los clubes de lectura son herramientas de socialización importantes.
“¿Cómo me concibo a mí mismo como lector?” La mediación de lectura contribuye a la formación de este hábito cuando se orienta además a fomentar un reconocimiento de las habilidades y gustos propios. Esto deriva en que cada lector elabore procesos de selección, identificación y apropiación de los textos.
En cuanto al disfrute de la lectura, es importante distinguir entre una práctica de lectura orientada a la adquisición de algún conocimiento, y una afectiva, vinculada a lo emocional y la identificación con los textos. En ambos casos, orientar la lectura implica un acompañamiento para que cada lector interactúe con los textos, comprenda e interprete sus significados, forme referentes y los relacione con su contexto y su cultura (Polo-Rojas, 2018).
- Cassany, D. (2006). Tras las líneas: sobre la lectura contemporánea. Anagrama.
- Ministerio de Educación del Ecuador. (2019). Guía curricular de mediación lectora. Ministerio de Educación del Ecuador. https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/08/Guia-Curricular-de-Mediacion-Lectora.pdf
- Petit, M. (2021). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de Cultura Económica.
- Polo Rojas, N. (2018). Best-sellers de la lectura juvenil: prácticas de lectoescritura y apropiación cultural. Educación y Ciudad(35), 25-40.
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